Primero comenzaron a hablar sobre la nueva aplicación que está siendo utilizada mundialmente por niños, adolescentes y ahora, adultos: Tik Tok. Esta app tiene muchos usos, los usuarios pueden explotar su creatividad; lo útil que tiene y por lo que muchos docentes están considerando comenzar a usarla es que tiene mucha repetición. Por lo tanto, se recomienda su uso ya que la repetición de palabras es algo que resulta ser muy útil al momento de aprender un idioma.
Luego hablaron sobre la investigación y los docentes. Es bueno que los docentes puedan leer investigaciones sobre la educación y sus distintos aspectos pero el problema es que no son muy accesibles para todos. Pueden ser accesibles si el docente trabaja en una universidad que lleva a cabo tales investigaciones o si está suscrito a alguna revista que se especialice en dicho tema. Lo mejor sería que para un futuro estas investigaciones puedan tener libre acceso a quienes le interese leerlas.
Por otra parte, se habló sobre la corrección de errores, la retroalimentación y sus distintos tipos. Si bien la corrección de errores es un tipo de retroalimentación, es bastante negativa. La retroalimentación puede ser explícita o implícita. Si la retroalimentación es explícita quiere decir que al estudiante se le marcan todos los errores que haya cometido. Cuando se realiza de manera implícita, quiere decir que el error que realiza el estudiante se reformula de manera indirecta para que pueda escucharlo. Cada docente puede optar por la manera que más le guste, pero debe siempre dar retroalimentación, que es lo que los docentes son fantásticos haciendo y que las computadoras nunca podrán reemplazar.
Algo de lo que habló Scott sobre la pandemia y las clases virtuales es la sincronía. Como los docentes tuvieron que pasar todo el contenido que iban a dar presencialmente a las plataformas online, comenzaron a utilizar herramientas comunicativas como Zoom, y en ese momento es cuando nos damos cuenta la cantidad de trabajo que están haciendo los estudiantes desde casa en sincronía, es decir, que lo hacen en tiempo real; debido a esto, se vuelve muy agotador no sólo para los estudiantes sino que también para los docentes. Por lo tanto, no es necesario estar conectado la mayor parte del día en videollamadas cuando se puede realizar la gran mayoría de las tareas offline. Enseñar online requiere la sincronía para tener interacción y lo bueno es que no necesitas un dispositivo de última tecnología. Ahora los estudiantes trabajan offline y suben las distintas tareas que hacen a las plataformas para que todos la vean, sin la necesidad de estar en sincronía viéndose cara a cara.
Para concluir, hablaron sobre cómo va a cambiar la enseñanza cuando la cuarentena termine. Cambiará la manera en que la gente se mueve y la naturaleza de la educación debido a que muchas universidades optaron por hacer online todo este año y volver el próximo con clases presenciales. Además se verá como una especie de ansiedad por interactuar con otras personas. Y más que nada, los padres estarán contentos de que vuelvan a abrir las escuelas porque se dieron cuenta de lo difícil que es enseñar.
Traducción de Marina Centurión